España desaprovecha la producción de energía renovable por los problemas de las redes de transporte

Red Eléctrica de España (REE), operador del sistema eléctrico, debe garantizar la seguridad de todos los nudos de la red eléctrica. 

Por este motivo, REE decide, a veces, que un parque eólico o una planta fotovoltaica dejen de producir energía total o parcialmente, a pesar de existir las condiciones técnicas adecuadas para ello.

Esta afirmación es de Josep Graell Solé, socio fundador y director de operaciones de Grupo Trébol Energía, y hace referencia a un proceso conocido técnicamente como curtailment.

No es una práctica nueva en España. “En todo el año 2022 se detuvo la producción de energía eólica y fotovoltaica equivalente al consumo anual de 30.000 casas. En cambio, del mes de enero a abril de 2023 ya se ha cortado el equivalente al consumo de 60.000 casas durante todo un año”, explica Graell.

Buena parte de los cortes de generación de energía se producen en los parques renovables construidos a grandes distancias de las redes de distribución, especialmente en las dos Castillas y Extremadura.

Dos causas principales

Según la consultora Grupo Trébol Energía, tomar la decisión de aplicar el curtailment responde a dos motivos principales. 

El primero reside en el hecho de que “se esté produciendo más energía de la necesaria, teniendo en cuenta que el sistema eléctrico solo funciona correctamente si se adapta perfectamente la oferta y la demanda real en todo momento”. La red de transporte no puede trasladar la energía desde el punto de producción al de consumo porque en la actualidad las redes no están suficientemente dimensionadas.

La segunda explicación es que, a pesar de existir una demanda de energía, esta se está generando en localizaciones en las que la red eléctrica no tiene capacidad para evacuarla. “No es que esa energía no sea necesaria, sino que no se puede producir donde debería y, en consecuencia, se ha de generar en otro punto de la red, normalmente con tecnologías contaminantes y que son más costosas”, amplía Graell.

Consecuencias y soluciones

La consecuencia de no aplicar estos paros en la generación renovable es que “el sistema eléctrico podría padecer cortes de suministro debido a sobrecargas porque existe mucho excedente o, al contrario, por la falta de energía”. 

Además, se corre el riesgo de que la electricidad llegue al cliente final en malas condiciones de tensión, frecuencia y corriente, provocando que el sistema eléctrico sea menos eficiente y más inestable.

La solución a esta problemática pasa por aplicar medidas que hagan el sistema eléctrico más flexible, dado que almacenar los excedentes energéticos de los parques renovables a día de hoy todavía resulta excesivamente caro y es poco rentable.

En miras al futuro, España deberá conectar a la red antes del año 2025 50GW más de energía renovable, cuya producción genera un impacto incontrolable en el sistema eléctrico debido a que las condiciones meteorológicas que afectan al viento y al sol son impredecibles. 

Grupo Trébol Energía

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